
Es curioso como, hace unos años, era el asesor de los hombres más poderosos del mundo, no podían dar ni un paso sin consultar mis predicciones. Ahora, no suelen visitarme después de todo lo que hice por ellos... aunque no se lo tengo demasiado en cuenta (¡CABRONES!).
En esta foto que os pongo estoy con mis colegas el Toni, el Yoryi y un pequeño bigotudo llamado Ansar (que la verdad no sé que hacía allí, porque a todos nos caía mal). ¡Vaya cuatro patas para un banco!
Un saludo desde lo más profundo de mi corazón.
Bernard L. Madoff
No hay comentarios:
Publicar un comentario